San Tommaso in Formis

La historia de la iglesia de Santo Tomás in Formis y del monasterio y hospital adyacentes está estrechamente ligada a la historia de la Orden de Religiosos Trinitarios y de su fundador, San Juan de Matha. Situada al borde de la Villa Celimontana, la iglesia, dedicada a Santo Tomás Apóstol, debe su nombre in Formis al nombre latino del acueducto claudiano situado frente a ella (forma Claudia), al haber sido construida sobre las antiguas cisternas.

Desde la plaza Celimontana se ve claramente la entrada al antiguo hospital con el medallón de San Juan de Matha en la parte superior. Más a la derecha se encuentra la entrada al antiguo monasterio, cuya fachada se construyó entre los arcos del acueducto romano. Más aún en la época romana y que desde sus orígenes representaba un arco bajo el acueducto. Inmediatamente después del arco de Dolabella se encuentra la entrada a la iglesia.

Historia

La construcción de la iglesia y del antiguo monasterio se remonta aproximadamente al siglo X d.C., pero no se conoce la fecha exacta porque los documentos han sido destruidos. Los registros precisos datan de 1209 en adelante, cuando el Papa Inocencio III hizo donación de la iglesia con su monasterio contiguo a los trinitarios, cuyo fundador San Juan de Matha decidió establecer aquí su sede. El primer cuidado del Santo Fundador fue adaptar una parte del monasterio como hospital para atender a los pobres, los enfermos, los peregrinos y los esclavos rescatados, según las prescripciones de las reglas de la Orden. Tras pasar los últimos años de su vida en Roma, San Juan de Matha murió el 17 de diciembre de 1213 y sus restos fueron enterrados en la iglesia, a la derecha del altar, en un mausoleo de mármol adosado a la pared. Sin embargo, sus restos fueron llevados a España en 1655. San Francisco de Asís se alojó varias veces en este monasterio.

Hacia 1380, bajo el pontificado de Urbano VI, la Orden se vio obligada a abandonar Roma. El Vaticano tomó posesión del complejo pero las actividades hospitalarias se interrumpieron y todo permaneció en estado de abandono durante muchos años. En 1532 se decidió restaurar la iglesia, pero para ahorrar dinero se utilizaron materiales del hospital cercano. En 1571, el Papa Pío V devolvió la iglesia y lo que quedaba del hospital y del monasterio a los Trinitarios, pero cuando el Papa murió unos meses más tarde, se inició un largo litigio y la Orden no pudo conservar la posesión y el complejo fue confiado y luego vendido. Sólo en 1925 se restauró la iglesia, pero el hospital se convirtió en la sede de la estación experimental de química agrícola.