La Orden de la Santísima Trinidad y los cautivos

Devociones

Devociones trinitarias

Trisagio, La Sma. Trinidad en la vida diaria, Consagración de la familia

La oración del Trisagio

FORMA NORMAL

Es una de las más hermosas oraciones en honor de la Santísima Trinidad; una serie de invocaciones y alabanzas, entresacadas de la Sagrada Escritura y de la Liturgia, que abren el corazón a la adoración, a la gratitud y al amor a las tres divinas Personas; un eco solemne del “Santo - Santo - Santo” que cantan en el cielo los ángeles y los santos, llena el universo y encuentra gozosa resonancia en el corazón del hombre; un canto de alabanza único e ininterrumpido a la Santa Trinidad”.

Dios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al padre, y al Hijo, y al Espiíritu Santo.

Como era en principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

PRIMERA PARTE

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal
Ten piedad de nosotros

Padre Nuestro...

A ti sea la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh Beatísima Trinidad.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo,

llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

(Las dos invocaciones precedentes se repiten nueve veces)

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglo.

Amén.

(La segunda y la tercera parte, como la primera, comenzando desde: Santo Dios, Santo Fuerte...)

ANTÍFONA: Benedita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la Santa y única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.

Ensalcémoslo por los siglos.

OREMOS:
Dios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Conclusión: En ti creo, en ti espero, te amo, te adoro, oh Beatísima Trinidad.

Antífona final: Te saludamos, María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo, sagrario de la Santísima Trinidad.

FORMA SOLEMNE

Es una de las más hermosas oraciones en honor de la Santísima Trinidad; una serie de invocaciones y alabanzas, entresacadas de la Sagrada Escritura y de la Liturgia, que abren el corazón a la adoración, a la gratitud y al amor a las tres divinas Personas; un eco solemne del “Santo - Santo - Santo” que cantan en el cielo los ángeles y los santos, llena el universo y encuentra gozosa resonancia en el corazón del hombre; un canto de alabanza único e ininterrumpido a la Santa Trinidad”.

primera parte

En la primera parte, oramos y damos gracias a Dios Padre, que, en su sabiduría y bondad, ha creado el universo y, en el misterio de su amor, nos ha dado a su Hijo y el Espíritu Santo. A él, fuente de amor y de misericordia, le decimos:

V: Santo Dios, Santo Fuente, Santo Inmortal,

R: Ten piedad de nosotros.

Oración al Padre

Bendito seas tú, Señor, Padre amantísimo,

porque en tu infinita sabiduría y bondad

has creado el universo y con amor particular

te has acercado al hombre, haciéndolo

partícipe de tu misma vida.

Gracias, Padre bueno, por habernos dado a

Jesús, tu Hijo, nuestro salvador; amigo,

hermano y redentor, y el Espíritu consolador.

Concédenos el gozo de experimentar en el

camino hacia ti tu presencia y tu misericordia,

para que toda nuestra existencia sea

para ti, Padre de la vida, principio sin fin,

suma bondad y eterna luz, un himno de gloria,

alabanza, amor y gratitud..

PADRE NUESTRO...

"A ti Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo, honor y alabanza ahora y por siempre."

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra". "Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra; (...) Creó, pues, Dios, al ser humano a imagen suya; (...) macho y hembra los creó" (Gén 1, 1. 26. 27).

"Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único." (Jn. 3, 16)

"Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiésemos la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijo es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que elama: ¡Abba Padre!" (Gal. 4, 4-6).

V: A ti sea la alabanza, a ti la gloria,

    a ti la acción de gracias

    por los siglos de los siglos,

    oh Beatísima Trinidad.

R: Santo, Santo, Santo,

    es el Señor Dios del universo.

    llenos están el cielo y la tierra

    de tu gloria.

(las dos invocaciones precedentes se repiten nueve veces)

"Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad, no existía y fue creado" (Ap 4, 11).

V: Gloria al Padre, y al Hijo

   y al Espíritu Santo.

R: Como era en el principio,

   ahora y siempre,

   por los siglos del los siglos.

Amén.

"A ti, Redentor del hombre, al Padre y al Espíritu Santo, gloria y alabanza ahora y por siempre."

segunda parte

Nos dirigimos al Hijo, que, para cumplir la voluntad del Padre y redimir al mundo, se hizo hermano nuestro y, en el don supremo de la Eucaristía, se ha quedado para siempre entre nosotros. A él, fuente de vida nuestra y de paz, con el corazón lleno de esperanza, de decimos.

V: Santo Dios, Santo Fuente, Santo Inmortal,

R: Ten piedad de nosotros.

Oración al Hijo

Señor Jesús, Palabra eterna del Padre,

danos un corazón puro para contemplar

el misterio de tu Encarnación y el del don

de tu amor en la Eucaristia.

Haz que, fieles a las promesas de nuestro bautismo,

vivamos con perseverante

coherencia nuestra fe; enciende en nosotros

el fuego del amor, que nos hace una sola cosa

contigo y con los hermanos; envuélvenos

en la luz de tu gracia; concédenos la abundancia

de tu vida, inmolada por nosotros.

A ti, Redentor nuestro, al Padre, rico de

bondad y de misericordia, y al Espíritu

Santo, sello del infinito amor, todo honor y

toda gloria por los siglos de los siglos.

PADRE NUESTRO...

"Toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre" (Fil 2, 11).

La Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros". (Jn. 1, 14).

"Bautizado Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado" (Lc 3, 21-22)

"Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado". (Jn 17, 21).

V: A ti sea la alabanza, a ti la gloria,

    a ti la acción de gracias

    por los siglos de los siglos,

    oh Beatísima Trinidad.

R: Santo, Santo, Santo,

    es el Señor Dios del universo.

    llenos están el cielo y la tierra

    de tu gloria.

(las dos invocaciones precedentes se repiten nueve veces)

"Al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos" (Judas 25).

V: Gloria al Padre, y al Hijo

   y al Espíritu Santo.

R: Como era en el principio,

   ahora y siempre,

   por los siglos del los siglos.

Amén.

Espíritu de Amor,

amor del Padre y del Hijo,

ven a nosotros y renueva nuestra vida.

Haznos dóciles a tu soplo divino,

dispuestos a seguir tus indicaciones

en las vías del Evangelio y del amor.

Huésped dulcísimo de los corazones,

revístenos del esplendor de tu luz,

infunde en nosotros confianza y esperanza,

transfórmanos en Jesús para que,

viviendo en él y con él,

podamos ser, siempre y en todas las partes,

fervorosos testigos

de la santa Trinidad.

PADRE NUESTRO...

"El Espíritu da testimonio de que somos hijos de Dios... heredemos de Dios y coherederos de Cristo" (Rom 8, 16-17).

"Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre" (Jn 14, 16).

"El Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñerá todo y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn. 14, 26).

V: A ti sea la alabanza, a ti la gloria,

    a ti la acción de gracias

    por los siglos de los siglos,

    oh Beatísima Trinidad.

R: Santo, Santo, Santo,

    es el Señor Dios del universo.

    llenos están el cielo y la tierra

    de tu gloria.

(las dos invocaciones precedentes se repiten nueve veces)

"Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí" (Jn. 15, 26).

"A ti, Espíritu de amor, junto con el Padre omnipotente y el Hijo unigénito, alabanza, honor y gloria por los siglos de los siglos".

tercera parte

Nos abandonamos, en fin, al Espíritu Santo, aliento divino que vivifica y renueva, fuente inagotable de comunión y de paz que inunda la Iglesia y vive en cada corazón. A él, sello del infinito amor, le decimos:

V: Santo Dios, Santo Fuente, santo Inmortal,

R: Ten piedad de nosotros.

Oración al espíritu Santo

La Sma. Trinidad en la vida diaria

MOMENTOS DE ORACIÓN

Por la mañana

Santa Trinidad, te ruego, ayúdame:

  1. a comenzar contigo cada nueva mañana.
  2. a recurrir a ti varias veces al día
  3. a vivir contigo las alegrías, las penas y las preocupaciones diarias
  4. a reconocer siempre, en los hechos y en las personas, tu presencia
  5. a vivir constantemente en comunión contigo y con los hermanos y hermanas
  6. a devolverte a ti, por la tarde, toda mi jornada.

 A Tí sea la alabanza, a Tí la gloria, a Tí

La acción de gracias por los siglos de

Los siglos, oh Beatísima Trinidad.

Santo, Santo, Santo

Es el Señor Dios del universo.

Llenos están el cielo y la tierra

De tu gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo,

Y al Espíritu Santo.

Como era en el principio

Aqhora y siempre,

Por los siglos de los siglos. Amén.

 

Te saludamos, María,

Hija de Dios Padre,

Madre de Dios Hijo,

Esposa del Espíritu Santo,

Sagrario de la Santísima Trinidad.

 

Durante la jornada

Recordar frecuentemente la presencia de la Sma. Trinidad en el propio corazón, con invocaciones de alabanza y de amor.

  1. –         en ti creo, en ti espero, te amo, te adoro, oh Beatísima Trinidad.
  2. –         Gloria a Tí oh Santa Trinidad.
  3. –         Bendita sea la Santa Trinidad, ahora y siempre.

Por la tarde

  1. –         Padre nuestro.
  2. –         Bendita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la Santa y única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.

Te saludamos María… (como más arriba)

CONSAGRACIÓN A LA TRINIDAD

Trinità Santa:
Padre e Figlio e Spirito Santo,
che abiti nel mio cuore e riempi il mondo della tua presenza,
trasformami in tempio della tua gloria.
Riempi tutto il mio essere,
uniscimi intimamente a Te per vivere in comunione di vita con Te e con i miei fratelli e sorelle.
Tu, Santa Trinità,
tu sei donata a me senza misura;
umilmente anch’io mi dono e mi consacro interamente a Te.
Rendimi docile alla tua azione di grazia;
ricolmami del tuo amore e della tua pace;
compi in me, nella Chiesa e nel mondo il tuo piano d’Amore.
Fa’ che io sia, ora e sempre,
ostia di lode della tua gloria,
o Santa Trinità!
Amen

Consagración de la Familia a la Sma. Trinidad

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios infinitamente bueno y misericordioso, que has establecido en nuestro corazón tu  morada,  te damos gracias, te alabamos, te bendecimos, te adoramos y todos, postrados ante el trono de tu divina majestad, renovamos hoy las promesas de nuestro bautismo y consagramos a Tí nuestra casa, nuestra familia y a nosotros mismos, para que Tú puedas reinar siempre en medio de nosotros con tu dulcísimo yugo de gracia, de paz y de amor.

 A Tí , oh Padre celeste, principio de todas las cosas, encomendamos  nuestros padres para que sean fuertes en las dificultades de la vida y fieles a su santa misión.

A Tí , oh Jesús, Hijo del Dios vivo, confiamos los hijos, para que crezcan puros y santos, imitando con alegría las  virtudes que tu practicaste en la misión redentora.

A Tí, Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, dirigimos  nuestra ardiente súplica, para que se mantenga siempre vivo en nosotros el espíritu de concordia, de unidad, de amor.

Oh Trinidad amantísima, dígnate aceptar esta nuestra humilde oferta; habita en nuestro hogar;  quédate con nosotros; bendice nuestro trabajo; guíanos por el sendero de las virtudes, para que  alabando, sirviendo y amándote a Tí en esta vida, podamos  cumplir con tu divina voluntad, contribuir a la extensión de tu reino en las almas y en el mundo, para gozar después de Tí en el cielo  por toda la eternidad.

Amen.

¿Conoce la obra de las Misas Perpetuas?

ES UNA INICIATIVA QUE SE PROPONE ALABAR Y GLORIFICAR LA SMA. TRINIDAD, PRESENTANDO ANTE SU TRONO UNA OFRENDA DE MISAS Y UNA CORONA DE CORAZONES, COMO CÁNTICO DE AMOR QUE SUBE DESDE LA TIERRA HASTA EL CIELO, EN UNIÓN CON LA SACROSANTA HUMANIDAD DE CRISTO.